¿Por qué tratar con el sentimiento de culpa, el dominio del dinero y de las propuestas de la utopía en el cine? Tal vez sea porque el cine, además de ser un formidable medio de ocio y entretenimiento, se reúne con la capacidad de penetración de las historias humanas de imágenes, historias de vida con sentimientos, ambiciones y esperanzas que se desarrollan en los procesos de interacción cuyas parcelas expresar actitudes humanas reflexión ética susceptible y evaluación. El peso de la culpa y la posibilidad del perdón, el poder del dinero y la fragilidad humana involucrada, y la complejidad y dificultad de un proyecto utópico, que es transformadora y colectivamente constituyen elementos que la técnica de las películas puede exponer con experiencia educativa para despertar en el espectador la movilización de sus valores y convicciones. Con este fin, los comentarios se vierte sobre las seis películas analizadas en este libro, como los relativos a la difícil encaje entre la justicia y el perdón en el juicio de Nuremberg, la dominación del mundo a través del dinero por la decisión de la capacidad humana en Wall Street I, o la corriente buena difícil reto de la armonización de los diferentes mundos culturales en una sociedad globalizada y desconfiados tiempo, como también surge en la lluvia. Y la contemplación de las historias de otras vidas y mundos es, básicamente, mira en el espejo de la historia del ser que a menudo está vinculada a ellos. Por lo tanto, nuestro análisis se basará en el potencial que ofrece el personalista y la perspectiva filosófica de la comunidad. AUTOR Albert Llorca Arimany (Barcelona, 1950) es Doctor en Filosofía y Ciencias de la Educación, profesor de filosofía en secundaria y profesor de sociología de la Universidad Autónoma de Barcelona (EUTDH). Es miembro del Institut de Catalunya Emmanuel Mounier, vicepresidente Maragall Liceu de Filosofía (Ateneu Barcelonés) y Coordinador de la filosofía personalista del Grup Sociedat Catalán de Filosofía (SCF). Ha publicado diversos artículos y trabajos sobre la filosofía (la antropología, la filosofía de la cultura, la hermenéutica, la ética, sociología, economía ...) y estudios de casos sobre Husserl, Xirau, Patocka, Heidegger, Marcel, Mounier, Ricoeur, Hegel, Rosenzweig, Hannah Arendt Marx, Bauman ...), y ha publicado los libros se convierten en la utopía de una persona y el camino espiritual de Ramon Llull. Es director de Calidoscopi. revista de pensament i valors personalistes, el Instituto Emmanuel Mounier de Cataluña.
Václav Havel era un intelectual y un dramaturgo que actuó en política para la emergencia requerida en su tiempo y en su país. Sus intereses nunca fueron políticos, sino cívicos y democráticos, dado el alcance humanista de sus convicciones. Havel siempre se sintió fiel a la actitud de Tomás Masaryk, el político-filósofo fundador de Checoslovaquia, de quien hizo una simple declaración: "Debemos actuar en pequeña escala para el bien del país, ya que toda buena obra representa una crítica indirecta Mala política ". Havel fue capaz de cruzar el doloroso desierto de la represión y sobrevivir -otros quedaron a medio camino, como su amigo Jan Patocka- en un cierto paralelo con Nelson Mandela, liberado por las fortunas del destino, unos meses después de la adhesión de Havel a la presidencia de La República de Checoslovaquia. ¿Quién, pues, era Václav Havel? Indudablemente un carácter poco convencional, poco hecho al estilo común de afrontar el marco social y vital que la época y los hombres que comandaban en su país jugaban. En su actitud y en su sentido de lo que tenía que hacer, no estaba de acuerdo con muchos de sus compatriotas. Nunca criminalizó a los que optaron por soluciones distintas de las suyas; Aunque no abdicó al daimon al estilo socrático que siempre se sentía dentro de él y que le obligaba a señalar y cuestionar aquellas decisiones y motivaciones de conciudadanos que, a través de su pasividad, permitieron, a su juicio, la permanencia del totalitarismo y la barbarie A expensas, o como contraparte, de una vida supuestamente tranquila o mejor. Más tarde, ya presidente de la República, repudió a quienes buscaban en la política un modo de vida, poder o privilegios. Éste era el marco de su ruta biográfica.