Publicado por primera y última vez en 1953, La chica de la calle Arenal es un homenaje a España a principios del siglo XX, cuando la cursi dejó el mostrador de pequeñas tiendas donde desarollaban la oficina para llevar ramos a cabaret showgirls. Ubicado en el mismo Madrid que retrató en algunas de sus películas como el último caballo, Domingo carnaval o El crimen de la calle Embroiderers, Edgar Neville se adelanta a tiempo a Pedro Almodóvar y propone una comedia postmoderna bocetos con personajes castizos populares y eliminados barrios de Pero con la perspectiva cosmopolita de un escritor que trabajó en Hollywood para Metro Goldwyn Mayer ya lo largo de su vida mantuvo amistad con Douglas Fairbanks, Mary Pickford y Charlie Chaplin
En La Piedra Angular la combinación de somática y ternura, característica de la narrativa de Neville, alcanza una cristalización especial. El protagonista, Miguel Martínez, es una figura esencialmente patética, que desde la plena conciencia de su humildad es capaz de cruzar la vida sin sentirse humillado. Una novela de Edgar Neville que, aunque teñida de humor, contiene una seria propuesta: la bondad como regla de conducta, que desafía tanto lo que dirán como los intereses íntimamente egoístas de quienes intentan ponerlo en práctica. La novela se desarrolla en parte en un Castizo Madrid, descrito en detalle tanto en términos de los lugares como de los personajes que lo habitan y es también un retrato de la vida en las provincias de España en la primera posguerra. La ironía, el humor y el optimismo de la prosa de este valioso escritor que fue Edgar Neville.
Esta colección, nacida hace 25 años y destinada a discernir a estudiantes, estudiantes y lectores, ha hecho conocer los trabajos y autores más significativos de la literatura española en textos impecables basados en las primeras ediciones o manuscritos autógrafos. La limpieza y autenticidad del texto es una condición esencial en Castalia Classics.
Producciones García SA, es una novela humorística llena de alusiones irónicas en las que Neville describe el desalentador panorama del cine español, tanto a principios de los años treinta, cuando pone la acción como en la primera posguerra, cuando escribe Producciones Minutemen, SA, Una comedia teatral que es el antecedente de esta novela publicada en 1956. La narración, además de ser extraordinariamente divertida, plantea el interés de reunir dos mundos a los que el autor dedicó gran atención a lo largo de su vida: la literatura y el cine. Dividido en tres capítulos, presenta el proceso de creación, producción, filmación y difusión en las pantallas de una película en la temporada de 1932-1933. En el primero, conoceremos los personajes que habitan el microcosmos peculiar de la producción de García y presenciaremos la llegada de un mirlo blanco esperado, un financista (en este caso Don Benito, un olivar de Extremadura), ya que La realización de un español lleno de temas se suspende por falta de dinero. En el segundo, asistimos a un día de filmación en estudios que no son más que un almacén en desuso: viajar es un jardinero de tranvía, que carece de las formas de moverlo y será sustituido por un cochecito, que un operador transporta con patines; Sólo queda un rollo de película (y no hay posibilidad de adquirir más), por lo que sólo se puede tomar una última toma de la escena culminante ... En el tercer y último capítulo se desmonta el productor, ya que todo el mundo está a la espera de la catástrofe Organizada Cuando don Benito ve la película que se estrena en Extremadura, contiene escenas de gitanos, toreros, niñas abandonadas y un banquete que comienza con los actores vestidos con disfraces ridículos por la noche y termina con los mismos personajes vestidos como en el siglo XVII. Inexplicable y sorprendentemente, lo que se anuncia como un fracaso de un accidente se convierte en un éxito rotundo y con él comenzará a pensar en un próximo lanzamiento, que se titulará En torno al amor.
En junio de 1922 asistió a Edgar Neville en Granada, invitado por Federico García Lorca, a un concurso de flamenco organizado por Manuel de Falla. En esa reunión destacó la aparición de un cantante muy joven que con el tiempo sería conocido como Manolo Caracol. Esa experiencia granadina fue la semilla de una serie de ensayos sobre el cante jondo firmado por Neville, publicado sólo en 1963 en un corto plazo para coleccionistas. Esta nueva edición de esta rareza bibliográfica, de José María Goicoechea, recupera la obra de uno de los grandes conocedores de este cante, a la que dedicó el musical español Duende y misterio del flamenco (1952), donde dirigió a Antonio el bailarín. El periodista José María Goicoechea, uno de los mejores conocedores de la obra de Neville, se ha apoderado de esta edición, en la que traza la pasión flamenca del gran escritor y comediante español, hace un repaso de su bibliografía, su vida y su Dedicación Al cine y al teatro, campos en los que exploró nuevos caminos que por su imaginación y modernidad en muchos aspectos todavía hoy no han sido superados.
El escritor, guionista y director de cine Edgar Neville (Madrid, 1899-1967), de familia aristocrática, fue introducido desde muy joven en los ambientes artísticos y vanguardistas de la capital. Fue un invitado frecuente en las reuniones de Ramón Gómez de la Serna y colaboró en varias publicaciones de la época, entre ellas La Codorniz. Viajó a Estados Unidos, donde se hizo amigo de Charles Chaplin y trabajó para los principales estudios de Hollywood. Su principal pasión fue el teatro, pero sus primeras obras, relacionadas con el vodevil, pasaron más tarde a la narrativa y al cine. Su novela Don Chorato de Potasa (1929) está inscrita en las coordenadas de confluencia del vanguardismo y la narración humorística y está dominada por el antitraditionalismo y el antirealismo característicos de la primera etapa literaria de Neville. Sus personajes son seres inconformes y desadaptativos, caracterizados por el comportamiento absurdo e inverosímil. Este volumen reproduce el texto de la primera edición de Don Chorato, en el que Neville se manifestó más libremente, sin los obstáculos que la coyuntura social y política impondría más tarde. La imaginación, la inteligencia y la ironía, pero también la evasión y el humor, se combinan en la obra de Neville para ofrecer una visión humanizadora de la vida.