En las últimas décadas, la cultura ha evolucionado hasta convertirse en un espacio que ha evolucionado desde la confrontación de la cooperación entre las administraciones públicas -en distintos niveles, desde el Estado hasta el local- y el sector privado, desde una empresa comercial y sin fines de lucro Y fundaciones). El paisaje de la gestión cultural ha sufrido así una clara transformación en el papel que juegan los agentes sociales en el diseño, comercialización, difusión, gestión ... de la oferta.