Libro El Trebol De Esmeraldas PDF
Tenían tantas cortinas de polvo que la casa, que mo-visión escuchó un estornudo. -¡Atchís usted! -¡Jesús! Dijo Agnes. Gracias, "alguien detrás de ella. Pero aunque miró a mi alrededor, no vi a nadie. Estaba completamente solo en el salón de la casa vacía, aquella casa de la que se decían muchas cosas, como la habitación fantasma que apareció y desapareció ...
Lucia Baquedano