Angeles Egido Leon: Todos sus libros


  • Manuel Azaña: El Hombre, El Intelectual Y El Politico

    Manuel Azaña: El Hombre, El Intelectual Y El Politico

    Manuel Azana es una de las figuras más importantes de la historia contemporánea de España, también es una de las más controvertidas. Este libro se dedica a profundizar en estas conflictivas relaciones o controversias historiográficas. Sus principales acciones políticas con respecto a la Iglesia, al ejército, analizó su propio partido o problema regional, sus relaciones con intelectuales y figuras políticas de la época, de la Asociación al Servicio de la República, a sus encuentros y desacuerdos privados con Ortega y Gasset , Araquistáin, Lerroux o, como en la guerra, Negrín, sin olvidar la lealtad de sus colaboradores más cercanos, como Domenchina Martínez Saura y Casares Quiroga, su vocación europea, empiezan especialmente probado a finales de 1932, cuando el jefe del Gobierno francés, Edouard Herriot , Visitó España, o sus últimos días en el exilio, bajo la Legación Mexicana en Vichy. Mención especial debe ser la evocación de Mário Soares, a propósito del apoyo desinteresado de los aplausos portugueses que conspiraron contra el régimen de Salazar y el epílogo de Enrique Rivas sobre el concepto Azana de la verdadera historia. Este trabajo puede dibujar un cuadro de Manuel Azana más en línea con la realidad, y cada vez más lejos del tema que se forjó tan injustamente sobre el hombre en lo intelectual y político.

  • Republicanos En La Memoria: Azaña Y Los Suyos

    Republicanos En La Memoria: Azaña Y Los Suyos

    Hombres y mujeres coincidieron en principio con el pensamiento de Azana, que trabajó a su lado en tiempos difíciles y que sustentó, en última instancia, un proyecto político que no sólo era Azana, comprometido con un proyecto destinado a transformar la sociedad en todas las áreas, que buscaba Para convertir a España en un país moderno, capaz de ser incorporado en pie de igualdad, aunque sereno pragmatismo, a nivel europeo que por naturaleza estaba condenado. A lo largo de este breve pero intenso viaje se está gestando, siempre y cuando nos aproximemos sin perjuicio del período republicano, un doble sentido de esperanza y frustración. Esperanza, porque eso es lo que la República trajo a España. Frustración, porque ese proyecto, denso, rico y lleno de futuro, terminó en una herida sangrante que se niega a sanar. Sin embargo, esperemos. Aquellos años que auguenaban a los cuajados de una generación madura, impulsando proyectos educativos de gran alcance, que sembraron los cimientos de una España próspera y democrática, no caían, en última instancia, en frutos olvidados. La España presente, con todas sus luces y todas sus sombras, ha nutrido esa semilla y fertilizante eso.