Los autores que participan en este volumen analizan las nuevas formas de política que se vivieron en México entre 1808 y 1821. También tratan de explicar cómo el moderno a lo tradicional no se contrastó agudamente. Por el contrario, hubo una asimilación que provocó una transferencia masiva de poderes tanto a los actores tradicionales como a los nuevos actores territoriales.
Este trabajo sigue paso a paso la historia del concepto de nación en suelo iberoamericano, que comenzó a desarrollarse a fines del siglo XVIII. Tanto en la América hispana como en Brasil, la historia no es continua y general, sino aleatoria y elíptica.