Antonio Papell: Todos sus libros


  • El Futuro De La Socialdemocracia

    El Futuro De La Socialdemocracia

    La gran crisis económica, cuyo inicio puede ser localizado en el colapso del banco de inversión Lehman Brothers el 15 de septiembre de 2008, es un fenómeno complejo que va a tardar años en ser convenientemente diseccionado. Sin embargo, se puede hacer porque lo que ocurrió a partir de la crisis subprime fue el repentino colapso del modelo neoliberal, que, a fuerza de eliminación de regulaciones y controles, permitió que el abuso codiciosos de los administradores sin escrúpulos del sistema financiero, el postre condujo a la quiebra. La hegemonía intelectual flagrante del derecho le ha permitido eludir en gran medida a la opinión pública la clara responsabilidad en todo esto. El pensamiento conservador, al acecho detrás del parapeto de la ortodoxia llevó a extremos fundamentalistas, no pretender salir indemne de la catástrofe y el cinismo del neoliberal es tal que ahora culpa a los gobernantes socialdemócratas del desplome del sistema financiero que ha llevado a la recesión. La crisis ha puesto de relieve la necesidad de mantener una opción ideológica partidista que el estado mantiene un definido como un promotor y proveedor de papel de gran utilidad, y como regulador de las diversas actividades y comercializa una influencia decisiva en el bienestar colectivo. La recuperación de esta bipolaridad, en un mundo en el que el pensamiento conservador ha acuñado axiomas poderosas que jamás han sido probadas y actuado sobre el lenguaje y los marcos ideológicos para ellos a su merced, se requiere un esfuerzo positivo de la razón y la voluntad. Un esfuerzo para reconstruir totalmente la una única solución posible de centro-izquierda y hacia las sociedades desarrolladas de nuestros países a la convicción de que, en los problemas generales, políticos y sociales tienen más.

  • Elogio De La Transicion

    Elogio De La Transicion

    La transición fue un proceso complejo que se reunieron diversos intereses y aspiraciones y, con un potente contrapresión sociales, condujo a un consenso fundamental que fue incorporado en la Constitución. Hoy en día, aunque con razón invocada por la actualidad del gran marco institucional, esto no quiere decir que la Constitución ha perdido su validez o legitimidad. La Constitución y el apoyo crítico de transición, faltaría más, pero no se deje engañar por las descalificaciones globales a veces en exceso.