La poesía de Eduardo Chirinos (Lima, 1960) incluye los siguientes títulos: Cuadernos de Horacio Morell (1981), Crónicas de un ocioso (1983), File fingerprint (1985), Rituales del conocimiento y Sueño (1987) (1988), Songs blacksmith Ark (1989), ¿Recuerdas, cuerpo? (1991) Tightrope Bayard Street (1998), Abecedario Water (2000), Una Breve Historia de la Música (2001), escrito en Missoula (2003) y no tengo dedos de los ruiseñores (2006). Como crítico literario, ha publicado The roof of the Whale (1991), El silencio de Amityville (1998) y parece dueño de nueve (2004). Ha publicado volúmenes de poesía Peruvian Crazy Love (1991) y Infamous mob (1992), las antologías de Eulogy que refrenan a José Watanabe (2003) y los ojos máscaras de José Juan Tablada (2008), además de libros misceláneos donde viven la prosa crítica con crónicas y Verso: Epístola a los transeúntes (2001), el Pretendiente (2003) y largas tradiciones inútiles (2004). Ha publicado traducciones de Mark Strand (Sólo una canción, 2004) y Louise Glück (The Wild Iris, 2006). Actualmente vive en Missoula, donde es profesor de literatura latinoamericana y española en la Universidad de Montana.
Libro sutil madurez poeta peruano después de la contundente y sugerente Escrito en Missoula. Esta vez, su mundo poético se centra en el amor con referencias a canciones y un tono más seco, sin protección, tartamudeo. Entre la ironía y el deseo, la fe y el miedo al ridículo grandilocuente trabajo de Eduardo Chirinos, uno de los poetas latinoamericanos más personales de la última década se inscribe.
Armonía del Mundo es el primer libro póstumo de Eduardo Chirinos después de su muerte el 17 de febrero. Sus poemas surgieron de la contemplación de collages de Miguel von Loebenstein, e instalados en la teoría formulada por Johannes Kepler, s
Una de las características fundamentales que la crítica distingue en la poesía de Eduardo Chirinos es su eclecticismo, una cualidad que le ha llevado prácticamente a no repetirse en ninguno de sus libros, a experimentar en todos los campos posibles que ofrece la poesía ya sorprendernos continuamente .
Las olas dejan los restos del día, los depositan cuidadosamente al pie de mi cama. Esto es una ofrenda, pero no quiero levantarme. Me aferro a la almohada, a las charcas de oscuridad que me protegen. El surf insiste, se desliza entre las sábanas su frío y su silencio. Dejé el sueño por la mitad, encender la luz y consultar el horóscopo. Aries. La luna penetra solitaria en el espejo, cuida la música, déjate llevar por lo que lees. Leí un tratado de ornitología, un bosque de poemas griegos, el Libro de la caza de pájaros. (Fragmento "Medicamentos para las brechas de halcón")
Los animales han ejercido sobre mí una fascinación que se ha mantenido a lo largo de los años. Es natural, pues, que viajen libremente por mis libros. ¿Por qué esta fascinación? No puedo explicar con certeza, pero puedo decir que todos ellos -desde los más imponentes hasta los más humildes- me han sido ofrecidos como un misterio, como una interpelación que todavía no puedo entender.