En un período particularmente oscuro de nuestra historia reciente, donde la cultura estaba ampliamente controlada y sometida a censura, los esfuerzos modernos de la generación de arquitectos titulada después de la guerra civil y la sociedad en general encontraron su mejor canal de expresión a través de una de las instituciones Más allá de toda sospecha: la Iglesia. Esta circunstancia propició propuestas que circularon entre la experimentación y la utopía formando una verdadera vanguardia de avance cultural. Los proyectos y obras de Fisac, Fernández del Amo, Sota, Cabrero, Aburto, Laorga, Sáenz de Oíza, Corrales, Vázquez Molezún, Carvajal, García de Paredes y muchos otros cuyo conteo haría la lista sin fin, constituyen un cuerpo digno de Atención y estudio, también porque son la explicación y el fundamento de la arquitectura española contemporánea.
Invitado por el Colegio de Arquitectos de Cataluña en el invierno de 1951, el arquitecto finlandés Alvar Aalto visitó las ciudades de Barcelona y Madrid, aprovechando para conocer y dibujar la geografía española. Para la historia de la arquitectura española este viaje significó tanto la confirmación como la salida de una nueva forma de entender la profesión.