Desde el principio de los tiempos, siempre ha habido mujeres que vivían del robo al mar. Los anales de la piratería van desde el mar Mediterráneo hasta el de China y la antigüedad en los albores del siglo XXI, y están escritos en letras de oro decenas y decenas de nombres femeninos. La lista es interminable. Comienza con Artemisa de Halicarnaso, la reina corsaria que podría cambiar el curso de la historia y termina con los piratas sin nombre que hoy siguen practicando el antiguo comercio de la piratería. Entre el uno y el otro, muchos nombres: Alvida, Teuta, Juana, Ana, Wanda, Cheng i Sao, Laskarina, Rachel, Dido ...