La educación e integración de niños y adolescentes que, a pesar de una inteligencia normal o superior, presentan grandes dificultades en sus relaciones sociales plantea un desafío complejo. El objetivo de cualquier proyecto integrador es potencialmente desarrollar las habilidades de cada individuo respetando sus diferencias. Las discapacidades cognitivas, sensoriales o motoras a menudo presentan grandes obstáculos para este proyecto, pero responden a un esquema "comprensible". Para los educadores y para los compañeros.