Porque nació de una calabaza, así que pusieron Tino calabacín. Y si no era pepitas por lo que tienen dentro. Para calabacín, siempre estoy estornudar, escupir semillas de girasol, semillas de calabaza unos planos blancos que no dejaban lugar a dudas. Y durante la siesta, moscas acudían a él, porque él tenía la sangre dulce, lo mismo que un jarabe.
JOSEPH A. LOZANO RAMIREZ (Nogales, Badajoz, 1950) es licenciado en Filología y profesor de Lengua y Literatura Española. Poeta y escritor, ha publicado cerca de cincuenta libros, la mayoría de ellos galardonados con premios tales como Juan Ramón Jiménez, Ricardo Molina y la poesía José Hierro y el Ateneo de Valladolid, Azorín y novedoso Felipe Trigo. Escribe también para los jóvenes; Cuerno de malteada (Alfaguara), el Príncipe de la carcoma (Everest) y Pipirifauna (Hyperion). Un par de años demostró el drama con el Pantarujas, premio Barahona de Soto.
La tía Lola siempre miraba con ojos como el agua. ¡Y por supuesto, justo como iba a quitar ese aburrimiento del alma! Por esta razón, el abuelo recomienda a Alexander, su madre y su tía un viaje en tren para descubrir el misterio de la imaginación.