En 1939, Otília Castellví, un idealista y determinado el barrio de Gracia de Barcelona modista, tuvo que emprender, como muchos otros, al exilio. En primer lugar, sin embargo, que había vivido los tumultuosos acontecimientos de octubre de 1934 y ha sufrido de primera mano la cruda realidad de las mazmorras de la República Checa, donde fue encarcelado por pertenecer a un partido trotskista (POUM).