La elefantiasis es una maravillosa colección de historias sobre un retrato mordaz de una sociedad decadente. Flota en el ambiente siempre cierta renuencia residual del tiempo y la civilización. Una amarga verdad del desencanto donde el silencio es en todos los soledades se percibe. Se hace desfilar una serie de personajes de la calle, sin gravar anónimos y siempre derrotados. El espacio no es un universo, pero esos pocos metros cuadrados ocupada durante todo el día, situaciones cotidianas, lleno de ideas y matices, en la que no pasa nada y si algo sucede generalmente trivial y sin importancia. Que circula hombres y mujeres comunes y corrientes, solitarias vidas grises casadas o malas sin ninguna vicisitud o expectativas, que cuelga de un sueño que rara vez se cumple. Los hombres y las mujeres de nuestro tiempo, confuso, errático, que oscilan entre la angustia y la decepción en la vida que operaba bajo un momento de luz, una ilusión, el deseo de felicidad poco probable. Extracto del prólogo de Francisco Machuca, escritor
Todos los días, el silencio, la caricia. las personas solitarias, desnudas o confundido. El desencanto ojos ciegos. El tedio de la sangre y la debilidad de una luz. El color de pesimismo o mala espacio ocupado; una cama, un espejo o un corazón. Una vida aburrida, permitiendo un error, un abrazo y un disparo. Saturno devorando a sus hijos. La manzana y la serpiente. La paradoja de la vida ... En fin, la suerte de todas las cosas. Si elefantiasis era un libro de anunciación y la llegada contundente, piel suave de la anaconda es vibrante y la identidad de refuerzo. Raúl Ariza ha logrado en poco tiempo un estilo, tema único y reconocible e incluso una extensión propia. Lo que muchos escritores les lleva décadas-y algunos pueden no conseguiremos- que ha conseguido en dos años y dos libros. (Ángel Olgoso)