Cuando nos dejamos guiar por los consejos sobre la crianza interminable lluvia de todo el mundo, los padres corren el riesgo de pasar por alto algo muy importante: nuestros hijos aprenden de nuestro ejemplo. En este sencillo libro, Shirley Yuen muestra que la bondad, la sabiduría y el valor son las tres virtudes esenciales para crear un lazos profundos y duraderos con nuestros hijos. Estas tres virtudes son la clave tanto para ser padres más eficientes para ser mejores personas porque: · bondad nos enseña a amar verdaderamente a nuestros hijos, para guiarlos con la disciplina y el respeto, a ser generosos con el tiempo y el cuidado amoroso que dedicamos a ellos; · La sabiduría nos muestra cómo actuar correctamente para obtener los resultados correctos y así comprender los problemas de nuestros hijos, reconocer errores y aprender de ellos; · El valor nos ayuda a perseverar cuando las cosas van mal nosotros, no entrometerse en la vida de nuestros hijos si no es necesario y se atrevan a hacer cambios positivos a pesar de que es más fácil hacer lo contrario.